Potlach, IT, Creative Commons.... y por qué uno es como es.
Nunca dejaré de agradecer a mi madre (aunque no se lo diga nunca), la pasión que alentó por la lectura.
Bueno, digamos que es una pasión -como todas- que se despierta de a ratos, arrasadora... luego duerme plácidamente el reposo del éxtasis, y vuelve a surgir, caliente, hasta desbordar. Nunca se sabe cuándo nos lleva a buscar otra cosa, a husmear en otros textos -que para algunos resultarán irrelevantes, o aburridos-, textos que llevan a otros textos, a otros conceptos a veces sabidos, pero olvidados.
Y siempre con cierta magia. Con una piedra de toque que ilumina, un poquito, los sentidos....
...
Desde hace unos días, he estado particularmente activo en el "dar". Inconscientemente, claro. Me ha sorprendido un poco, el feedback de algunos alumnos (y otros ex-alumnos) agradeciendo ciertas tareas "extra" que me vengo tomando, algunas atenciones personalizadas -aunque virtuales-.. como si esta actitud del "dar", del compartir con otros lo poco que uno sabe o cree que sabe, fuera cosa de otro planeta. Yo creo que es normal.. yo creo que muchas personas viven de esa manera.
Con esos pensamientos estaba, cuando se me ocurre -de madrugada, ya- empezar a hojear un libro que conseguí hace poco (Information Technology and Indigenous People), y cuya lectura -entre tantas- tenía pendiente. ¿Por qué elegí ese libro para terminar el día? No lo sé. Tengo tantos otros, "medio empezados", "recién comprados" o "nunca abiertos", que la estadística no lo favorecería especialmente.
La cuestión es que me sedujo su primer capítulo: "Portals and Potlachs". Bam! el cerebro...
Recordar algo leido hace tiempo sobre las ceremonias del Potlach , y encontrar sus ramificaciones en la contra-cultura contemporánea, y de allí, a un paso de las ideas refrescantes alrededor de los licenciamientos Creative Commons... La celebración del compartir.
Puf! todo se ordena. El corazón se agita y se aquieta.
Acabo de entender un poquito más sobre por qué uno -yo, en este caso- es como es. Y casi se puede esbozar alguna conclusión, al terminar el día:
Sí, señor. Definitivamente, leer te hace mas generoso y más humano.
Y ese un buen legado para dejarle a un hijo, ¿no creen?
0 comentarios